Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía