#haiku #poesía
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.