Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.