Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.