Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.