Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible