Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Las canas son sabiduría que se desborda.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.