Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.