El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas