Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas