No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.