La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
La procesión va por dentro, no por teatro.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.