Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.