La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.