Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.