No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.