Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.