La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio