Envidia.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.