Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?