No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
La procesión va por dentro, no por teatro.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible