Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
La procesión va por dentro, no por teatro.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.