No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Las canas son sabiduría que se desborda.