Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.