Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo