La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito