No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
La procesión va por dentro, no por teatro.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.