Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.