Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.