A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué