Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.