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The dance of San Antonio de Florida, by Francisco de Goya
a b c d e f g h i j k l m n o p q r s t u v w x y z Todos
Grace C Chacón León Grace C Chacón León

Nací en Caracas, hace tanto tiempo que ya me despierta una sonrisa. Actualmente vivo en Madrid. Desde que recuerdo amé a la luna, al mar, los bosques, las ciencias, las artes y a la poesía. Luego me he ido tropezando con más amores, ninguno pasajero. Soy experta en recordar y olvidar, a partes iguales, dependiendo del aroma de las flores, el color de la brisa o mi miedo a latir. Y sueño con vivir más y más tiempo. Quién sabe para qué. Aqui os iré dejando los que sean mis poemas favoritos de otros autores... A mi padre Selva Casal (Montevideo, 1927-2020) escúchame no temas ya hemos muerto ha pasado la verde fragancia de los años pero mi infancia duerme aún en tu mano no debí salir de ella fue un éxtasis de rondas en la noche la hace crecer el tiempo y yo era pequeña entrando por tus dedos en las fugaces venas conducida en tu sangre hacia los rostros sin forma que murieron para nosotros tu mano aún me sostiene no importa si hemos muerto antes, después, las cosas… los ríos de tu amor me han llevado tan lejos hundida en un recuerdo que sólo vive cuando sueño me han llevado tan lejos que ya soy eterna sé que estamos muertos porque el tiempo no importa. Benjamín Prado (Madrid, 1961) Mira cómo funciona el negocio de la desigualdad: para que sigan llenas algunas cajas fuertes, tiene que haber millones de neveras vacías. Estefanía Cabello (Córdoba, 1993) Los hombres nunca entendieron mi preferencia por los bosques y el mar y empecinados comentaban sus victorias en voz alta, sus planes de futuro, la lista de todas las cosas que debía cambiar antes de que fuera demasiado tarde. Desde chiquita la naturaleza siempre ejerció un gran poder de atracción sobre mí (mucho más que el de esas personas que ejercían su opinión a voces). Enrique Gracia Trinidad (Madrid, 1950) No No hay bandera que valga un solo muerto No hay fe que se sujete con el crimen. No hay dios que se merezca un sacrificio. No hay patria que se gane con mentiras. No hay futuro que viva sobre el miedo. No hay progreso que exija la injusticia. No hay tradición que ampare la ignominia. No hay honor que se lave con la sangre. No hay razón que requiera la miseria. No hay paz que se alimente de venganza. No hay voz que justifique una mordaza. No hay justicia que llegue de una herida. No hay libertad que nazca en la vergüenza. Más info en https://linktr.ee/gracecristina

Gabriela Mistral Gabriela Mistral

Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga,​ (Vicuña, 7 de abril de 1889-Nueva York, 10 de enero de 1957)​ fue una poetisa, diplomática, profesora y pedagoga chilena. Por su trabajo poético, recibió el Premio Nobel de Literatura en 1945. Fue la primera mujer iberoamericanan ​y la segunda persona latinoamericanan​ en recibir un Premio Nobel. Carta a Gabriela por Juana de Ibarbourou, 1957 ¿Por qué caminos del alba andas descubriendo el cielo ese, prometido a unos los que sufrimos, creemos y le pedimos a Dios ir a bruñir sus luceros ? ¿Por qué sendas, asombrada, ya vas encontrando el cielo, mientras aquí las banderas y pueblos, están de duelo.? ¿Por qué te fuiste, tan pronto precipitando el invierno cuando aún, lleno de flores, se desgranaba febrero? Yucas y conquistadores te irán formando cortejo; Pizarro barbado y noble —bronce, plata, encaje, acero— con una ciudad de torres entre sus brazos sin huesos. Y una muchedumbre oscura que va detrás de Atahualpa te sigue cantando himnos en lengua quechua y aymara. Ya estás, Gabriela, en la gloria, mitad de princesa incaica, mitad de reina española, como Isabel, la magnánima. Ya sé que no has de escribir a nadie mas en la tierra, que oficinas de correo a la eternidad se veda. ¡Pero es tan dulce que sepas Gabriela, que toda América por ti está tan conmovida como tu patria chilena...! El cielo junto al copihue la orquídea venezolana se une a la victoria-regia del Brasil, y en la sabana de Colombia, los gomeros detienen su savia trágica. ¡Toda la flora de América quiere mirarte la cara! Asómate entre las nubes una tarde arrebolada; muéstranos tu frente ancha de madre tan bien amada, ¡déjanos poquito a poco, del todo no te nos vayas! Aquí ha quedado tu verso, tu palabra estructurada con lo mejor del idioma y lo mejor de tu alma. Pero nos falta tu rostro con la sonrisa cansada, que a todos nos descansaba cuando nos daba en los ojos. Oye, Gabriela, las voces desde tu «bosque perfecto» damos la señal que diga que llega a ti nuestro acento, y repasa, tu que tanto sobre la tierra anduviste, ¡reposa y se haga radiante su risa aquella, tan triste! Descubre el cielo y descansa, pero, Gabriela ¡no olvides!

#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX

Leopoldo Minaya Leopoldo Minaya

Leopoldo Minaya: poeta, fabulista y autor de teatro en lengua castellana (hoy en retiro). Nordeste de la isla de Santo Domingo, noviembre 15 de 1963, en la América insular. La presente selección aspira a abarcar todas las modalidades poéticas cultivadas por el aedo: lírica, épico-lírica, dramática, aforística, satírica, amatoria, humanística, mística e infantil-juvenil. Habría que deducir un desistimiento previo de finalidades terrenas en el interés de los entes líricos de Leopoldo Minaya en efluvios de carácter sagrado o místico: ideal de lo divino como fuente exclusiva de verdad, belleza y bondad auténticas, infinitas e imperecederas. Los textos literarios para niños y jóvenes de Leopoldo Minaya hallan raíz o desembocan en la tradición oral y escrita de la lengua castellana, en el folclore, en el aire popular, y atienden a la connatural aspiración de belleza en el arte, al ludismo de la emoción y al cuidado de la forma literaria antes que a una intención esencialmente didáctica, doctrinal o moralizante. Las rondas, juegos, cuentos y cantares andaluces de raigambre popular se aclimataron e integraron al bagaje cultural de la isla de Santo Domingo y apuntalaron allí el folclore infantil en su parte hispanohablante (hoy República Dominicana) hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, época de la inacabable infancia del poeta. Este entramado lúdico no dejaba escapar, en su abundancia de temas, el apercibimiento del hecho de la muerte, ni la verdad del innecesario belicismo entre los hombres, ni la realidad idílica de los primeros amores, ni las disparidades en la condición social... En tal entramado cultural, herencia secular hispánica, los trabajos de Minaya encuentran colocación. Salvo en notables ocasiones, el romance, como forma de versificación popular (excepcionalmente culta) de la Península, no caló con profundidad en la preferencia de los bardos insulares, probablemente por discrepancias fónicas y lingüísticas desprendidas de hablas regionales. Nuestro poeta se sirve del romance, elaborándolo o reelaborándolo como muestra de veneración cultural. La Historia del niño René Rosales y de la flauta encantada y La canción de Angelina serían ejemplos de elaboración, y la Canción de la niña de Portugal y el Romance nuevo del conde niño... de reelaboración ampliatoria y modificatoria. En general, la labor literaria de Minaya -prosa, verso, canto, drama u opinión- no propende a reflejar o imponer criterios personales del autor, imparcial e impasible al través del desarrollo de los escritos; antes bien, emplea como materia prima voces verosímiles de entes eventuales o anónimos (polifonía de voces)... que al manifestarse, afirmar, reafirmar, mediar o contraponerse, permiten que sea al lector a quien corresponda rearmar el tablero de la Realidad. Parece sugerir su obra que la luz del mundo es, o debería ser, la voz de todo ente viviente, en adición y con simultaneidad a las voces predominantes de intereses, doctrinas, prejuicios, fanatismos, ignorancias, dogmas, ideologías y condicionadas y condicionantes formas de pensamiento... en este universo fecundo y edificante alumbrado por el bien y por la razón del hombre... y oscurecido por el mal y por la sinrazón del hombre. Elemento comunes en las modalidades poéticas cultivadas por el autor, en el autor, serían estos: aliento vital, que hace confundir el espíritu y la obra en pálpito existencial... y devoción por la libertad individual, devoción que halla su culmen en esa soberana apreciación del mundo y de las cosas que ejerce el poeta y que debería ser inherente a todo arte... y a la condición de todo sujeto pensante y de todo artista. Inclinado a experiencia mística, a teodicea, a poesía y a exopoesía*, sus temas remiten por igual a la filosofía existencial, la teología teodiceica, la jurisprudencia, el texto satírico... y, sobre todo, a la acción teatral, pues el poema (cada poema) es concebido por este autor -en tanto que sujeto, voz y representación- como obra dramática extensa o minimalista, con su escenografía y sus personajes. No obstante, las dos obras formalmente teatrales de Leopoldo, de acuerdo al canon tradicional, EL DIGESTO y Comedia an pie de la luna<)i>, utilizan la postura dialógica o monologal como marco de disquisición para la exteriorización de especulaciones existenciales que no considera suyas, sino de sus caracteres y personajes. Ha dicho alguna vez el autor: "En mis obrillas, las opiniones no son mías, sino de mis personajes. No podría apropiarme de las opiniones de mis personajes porque para mí eso sería un plagio... La apreciación ordinaria no suele percibir que un poeta, incluso un aprendiz de poeta (tal es mi caso), maneja personajes como lo hacen, por ejemplo, el teatrista y el novelista, que no suscriben ni dejan de suscribir necesariamente el parecer de sus criaturas y creaturas simbólicas: las dejan vivir en su naturaleza y peculiaridad, e igual ocurre con el poeta que trasunta voces remotas sobre un papel, y con el fabulista cuyo arte consiste en poner a prueba la verdad aparente[...]. Por mantener mi neutralidad dejo expresarse en mis pequeñas obras, con igual beneplácito, siempre que quieran, y sin rehuir materia, y sin tomar partido, a dictores y a contradictores". La lírica de Leopoldo se desenvuelve en los tres sistemas de versificación que maneja con soltura, discrecionalidad y naturalidad: la versificación libre, la versificación métrica y la versificación acentual. Minaya comparte además los postulados estéticos planteados por el movimiento literario Interiorismo, que preconiza el arte trascendente en la isla de Santo Domingo, y desde 2007 a 2024, año de su retiro del activismo cultural, hizo vida literaria en el Ateneo Insular. Elizabeth Soroka EE. UU., 2024 ________________ *Exopoesía, exopoema, exopoeta, exopoiesis: términos acuñados y empleados por Leopoldo Minaya para describir la situación espiritual del rapsoda cuando habla con voz ecuménica e imparcial entre los hombres. La voz del exopoeta, las pocas veces en que desea manifestarse, habla a la humanidad pasada, presente y futura como si se tratase de una única entidad o generación. ≈ Bibliografía: [POESÍA] 1) Oscilación de péndulo (poemas de adolescencia, 1977-1981) 2) Preeminencia del tiempo (1983-1989) 3) Preeminencia del tiempo y Otros poemas (1998) 4) La hora llena (2000-2007) 5) Poemas imaginarios (2000-2007) 6) Los cantos sagrados (2019) [LITERATURA JUVENIL] 7) El tiempo niño (1990) 8) Historia del niño René Rosales y de la flauta encantada (1991) 9) Cuento de los dos quijotes (2001 y 2007) 10) Romance nuevo del conde niño (2007) 11) Romance nuevo del pastorcillo (2007) 12) Historia de la doncella que fue a la guerra o Relato del amor y las batallas o Canción de la niña de Portugal, o Nuevo romance de la doncella guerrera (2007 y 2012) 13) Cantar de flor y sombrerito (2007) 14)Leyenda de Puerto Rico (2007, que evolucionó a La canción de Angelina) 15)La canción de Angelina (2011) 16)Comedia al pie de la luna, o Tierna canción lunática, o Charada al pie de la luna (2025) [TEOLOGÍA] 17)Dios y los hombres (2021) [SÁTIRA SOCIAL Y HUMANA] 18)El libro de la hormiga (2018) 19)Las inocentes fábulas de Elfa Bulista (2019) [FILOSOFÍA POLÍTICA] 20)Fabulilla de la isla de Santo Domingo o del halcón gerifalte y la zorra mañosa (2019) [ENSAYO] 22)Bosquejos de ensayos literarios (2020) 23)Nuevos ensayos de ensayos [TEATRO] 24) EL DIGESTO ————————————————— IMAGEN DEL PERFIL: El poeta Leopoldo Minaya, a los 12 años de edad, tiempo en que mayor fue su entusiasmo por la poesía: "... creía entonces que la poesía podía transformar al mundo”. [PÁGINA ADMINISTRADA POR E. SOROKA. Textos publicados con la anuencia del autor de los escritos. Esta página recoge versiones definitivas, últimas y autorizadas de las labores literarias de Leopoldo Minaya, con prelación frente a cualquier otra publicación, en cualquier formato, aun cuando incluyera un aviso similar a este.]

Reinaldo Bustillo Reinaldo Bustillo

Reinaldo Bustillo Cuevas nació en San Juan Nepomuceno, Colombia, hijo del poeta Ismael Bustillo Angulo y Doña Elena Cuevas Arrieta, hija a su vez del Medico Honoris Causa Don Manuel Cuevas Martínez. Fue profesor de Matemática y Literatura en La Normal Superior para Señoritas Mercedes Elena de Pareja; en la Concentración de Educación Media Diógenes Arrieta; y en el Colegio de Bachillerato Silvia S de Arrieta donde fungió de rector. Fue elegido Diputado a la Asamblea de Bolívar por el partido Nuevo Liberalismo, comandado a nivel nacional por el mártir Luis Carlos Galán Sarmiento. Ha publicado tres poemarios: “Te Espero en la Orilla del Recuerdo”; “Migajas de Amor” y “El Cielo de mi Tierra es Diferente”; un ensayo: “Diógenes Arrieta, Guerrero de la Pluma y la Palabra”; es autor de numerosos poemas, cuentos y ensayos, publicados en Revistas Nacionales y Extranjeras; colaborador del diario “La Libertad de Barranquilla”; de “El Espectador” de Bogotá”; Letra Digital” del Uruguay; Symbolos de México D.F; “Comparto mi Cultura” de Argentina; ha sido traducido al portugués por Urda Alice Klueger; referenciado por Jaime González Sánchez catedrático de la Universidad Santa Cruz de la Sierra de Bolivia por el Trabajo “Moral Antropológica“; lector invitado varias veces por la Radio La Quebrada de Argentina en el “Programa Una Noche Inolvidable”; Mención Especial de SADE (Sociedad Argentina de Escritores), con el soneto Mi Terruño, dedicado a San Juan Nepomuceno, en el Concurso Internacional del Soneto en Dolores; Miembro del Club Internacional de Escritores “Palabra sobre palabra” de España, donde fue Creador del “ Grupo Amantes del Soneto”, adscrito al Grupo PsP y designado como profesor de CEL ( Centro de Estudios Literarios). Obtuvo el primer lugar en el Concurso Internacional de “Un Soneto Para Soria- España”, convocado por “Amistad Numancia” con el propósito de exaltar los méritos heroicos de Numancia, ciudad celtibera, que no pudo ser tomada por las armas del Imperio Romano en el sitio que le infligió en el 133 antes de Cristo , sino que únicamente por un asedio de dieciocho meses se doblegó ante seiscientos mil legionarios, bajo el mando del nieto del Escipión el Africano, Publio Cornelio Escipion Emiliano. Aceptado como Miembro de SELAE (Sociedad de Escritores Latinoamericanos y europeos) con sede en Milán- Italia y de donde es colaborador; y Embajador ante los Escritores Colombianos. Últimamente fue aceptado como colaborados del Blog Corazón del verbo de Sevilla- España, donde publico el soneto “El COLIBRÍ” Y DE LA Revista ALDABA de Sevilla- España. EL CIELO DE MI TIERRA ES DIFERENTE Por Jocé Daniels García El Cielo de mi tierra es diferente es uno de los buenos libros de poesía que en los últimos tiempos ha caído, por voluntad de las musas, en mis manos, y como todos los libros de Reinaldo Bustillo Cuevas lleva el estigma indeleble de quien a través de los años conoce las leyes de la poesía clásica y sabe cuál es la música, el tono y la melancolía que debe llevar un verso libre. Desde los primeros poemas fluye ese remolino lírico y entonces observamos que detrás de bambalinas, las metáforas ocultan un código referido a San Juan Nepomuceno. Demuestra como todo buen aeda que cuando quiere algo lo imagina, lo crea y lo eterniza con su pluma, donde lentamente aparece el ingenio y la imaginación, la gracia y la fantasía, la sutileza y el conocimiento de la naturaleza humana, como un hijo de aquellos campos florecidos, como un hijo del espíritu errante de Trino el brujo el cantor de los Montes de María. El Soneto como la máxima expresión del género poético, desarrollado por los poetas castellanos desde Félix Lope de Vega Carpio hasta el caballero del Soneto, don Miguel Rasch Isla, y que en nuestro país ha tenido tantos seguidores, también tiene un espacio en la poética de Bustillo Cuevas. Son Sonetos de Mentira en donde surge una poesía límpida que consolida su estilo personal y como las flautas al viento que cantan el preludio al trinar de los pájaros, Bustillo Cuevas, con sus marcadas influencias piedracielistas, modernistas y románticos pergeña una poesía que se gesta en una realidad vivida, con nombres propios y compromete el paisaje del San Juan de sus recuerdos, su entorno humano y lo viste con las mejores galas de la belleza natural. Conocí a Bustillo Cuevas en las mismas circunstancias en que se conocen todos los poetas de este mundo, una tarde de otoño cuando nos disponíamos a develar los secretos enterrados en una de las criptas del viejo mausoleo donde se decía estaban los versos más bellos de Diógenes Arrieta y que había escrito en tiempos en que las doncellas que buscaban destino con sus multicolores miriñaques coqueteaban muy cerca de donde estaban los otrora empresarios del tabaco. Desde aquellas lluvias hasta nuestros días me he deleitado con sus poesías, bellas tristes, alegres y frescas, libres de estridencias y ambages retóricos, cuyos antecedentes se encuentran sumergidos en otros grandes poetas de San Juan Nepomuceno. Sus versos contrastan con la poesía frívola, cursi y floja de algunos poetas de nuestro tiempo que en medio de la manigua de una ciudad tan anquilosada en material cultural como Cartagena surgen como una gran cártel con sus turiferarios y corifeos para conformar una sociedad de elogios mutuos y así endilgarse epítetos sonoros y coronarse de laurel y presentarse en el panorama intelectual como la pléyade de los elegidos. Organizan concursos y eventos y como en la corrompida Roma de Nerón tocan la lira del triunfo, se ríen de sus propias pilatunas, y al igual que los zoilos de la desgracia, bautizan y excomulgan, pontifican con sus poesías tan débiles que se desgranan en el cernidor de la crítica para quedar regados en el solar de los infortunios. He ahí la diferencia. Bustillo Cuevas con sus versos libres ruge y avasalla, sin facilismo o ilusorios, sin la veleidad cotidiana que ha invadido los fértiles campos de la poesía. En El Cielo de mi tierra es Diferente nos topamos con versos acrisolados que se riegan en el ambiente como un ramillete multicolor y dejan efluvios agradables al espíritu. Gracias a Dios y a Trino el Brujo, aún quedan buenos aedas. Benéfica influencia del soneto en la poesía Libre Artes, Artes literarias, Poesía Rafael Núñez Moledo, poeta autor del Himno Nacional de Colombia y Presidente de le Republica, alguna vez dijo: El cerebro mana el pensamiento como la caña miel. Sin justificar la verdad científica de esta expresión quiero tomar el fundamento metafórico del mensaje para colegir con él, que cada vez que el hombre se expresa, lo hace en armonía con lo que abunda en su cerebro; y que, por lo tanto, el poeta cuando habla hace poesía. Le oí decir a alguien, en alguna ocasión, que poesía es el modo natural de expresarse el vate. Todo lo anterior para decir que la Poesía Libre, como su mismo nombre indica, es poesía; y afirmar, sin el más mínimo temor de desacertar, que en esta forma de poesía se han escrito piezas trascendentales de la Poesía Universal. Pero pido licencia para hacer algunas elucubraciones, de las que respondo sin comprometer a ninguna Escuela y menos a algún autor, sobre lo que considero justificó, en parte, la poesía Libre. Séame así mismo permitido hacer uso de un símil para encontrar el sendero expedito que me conduzca a demostrar la hipótesis que pretendo exponerles. Imaginemos a un malabarista, que cansado de aumentar el número de objetos que lanza, al aire, describiendo un arco, para recibirlos con la otra mano, resuelve tomar objetos de diferentes pesos, ya sea por su tamaño o por el peso específico de los materiales de que hace uso. El público que observa, se siente incapaz de distinguir a simple vista el peso relativo de cada uno de los objetos que forman el arco armonioso del artista. Así el poeta que cansado del isosilabismo resuelve versificar con versos anisosilábicos, no olvida nunca el ritmo, que es en esencia un retomar el concepto griego del uso de los pies, concepto este merecedor de suma atención, para comprender la musicalidad de cada idioma. Decimos, pues, que la poesía versolibrista, consistió en sus orígenes, en el abandono del isosilabismo, pero cada vez que hizo uso de un verso de determinado número de sílabas, su autor se sintió comprometido a cumplir con el ritmo propio de él, no es pues prosa escrita en renglones cortos; recordemos que el verso es un renglón con medida; la libertad a la que alude el término no debe entenderse como despreocupación de la musicalidad, que es condición constitutiva del verso. Es célebre la advertencia, en este sentido, de Machado: Verso libre, verso libre, líbrate mejor del verso cuando te esclavice. Resumiendo diremos que el versolibrismo emplea el verso anisosilábico, pero que cada vez que hace uso de uno cualquiera, está en la obligación de respetar y acatar su ritmo, distribución de acentos, de la manera como la naturaleza del verso en particular requiera. Aquí es donde viene la influencia benéfica del Soneto en la Poesía Libre, en cuanto que estando el soneto sometido a una estricta distribución de acentos, enseña al poeta versolibrista a cumplir este requisito que enriquecerá y hermoseará su verso. Podemos decir, sin el mínimo riesgo de error, que el experto en escribir sonetos tendrá la habilidad de escribir versos libres más rítmicos Por otro lado los poetas que escriben versolibrismo no deben olvidar que la exoneración que se les brinda en cuanto a la rima y al número de sílabas no llega nunca, no puede llegar, a liberarlo del ritmo, pues su producción dejaría de ser verso y se convertiría en prosa; prosa poética si se quiere, pero prosa. El poema Libre, para que quede cabal, exige cadencia, ritmo interno y musicalidad, atributos que vienen dados en formas diferentes que en el soneto , o en general, en la poesía isosilábica. En todo caso el verso libre no es prosa en renglones cortos, es una forma diferente de poetizar, pero que, aunque parezca contradictorio, tiene sus leyes. © Reinaldo Bustillo Cuevas Reinaldo Bustillo Cuevas, después de terminar sus estudios elementales en su pueblo natal, San Juan Nepomuceno, en la Escuela Pública para Varones, entidad única educacional existente en la localidad, para ese entonces, regentada por Don Roque Jacinto Borré Paz, viajó a Cartagena de Indias para asistir a una convocatoria que el Gobierno Central hacía a los estudiantes que aspiraran cursar estudios de Bachillerato. Allí conoció el mar: inmensidad azul, que a las seis de la tarde se salía de su lecho para besarle los pies al sorprendido joven que, sentado en un tronco viejo, no ha podido nunca desgravarlo de su mente y sus amores. Ganó una Beca para el Colegio Nacional Simón Araujo, en Sincelejo actual capital del Departamento de Sucre, pero en esas calendas la segunda ciudad en importancia en el Departamento de Bolívar, donde queda San Juan Nepomuceno. Recién llegado compite en una convocatoria para “El Cuento del Araujo”, con la gratísima sorpresa de salir triunfador con su trabajo “El Beso Amargo”. Para profesores y amigos era sorprendente que un joven con inclinaciones poéticas se destacara además como el mejor estudiante en matemática. Desde entonces estas dos tendencias lo irán marcando para el resto de su vida. Como matemático se destacó, casi de inmediato, como orientador de sus mismos condiscípulos. En el segundo año de Bachillerato por la falta temporal del profesor de matemática y siendo encargado un profesor desconocedor de la materia, se encarga del desarrollo del programa escolar en la materia, bajo el control disciplinario del docente encargado de la asignatura. Durante el resto del bachillerato fue profesor de matemática de sus compañeros e inclusive en algunas ocasiones orientador de alumnos de cursos superiores. Pero su oculta afición hacía la poesía seguía en ascenso, hasta llegar a escribir su primer soneto: Azul. Terminados sus estudios secundarios se traslada a Bogotá a estudiar Ingeniera Civil, pero descuida sus estudios superiores por dedicar la mayor parte de su tiempo a desempeñarse como profesor de literatura, actividad que constituía su principal fuente de ingresos, entonces conoce a una niña que le recuerda, con sus ojos su lejano mar y con su andar a las gacelas de su San juan distante y le dedica el soneto Levedad La fragancia de amor de su sonrisa riega su esplendidez en la mañana, cuando devota llama la campana al santo sacrificio de la misa. Con garbo de gacela, anda de prisa, como emergiendo de una luz temprana que le cede al andar gracia liviana en alígeros pliegues de la brisa. Va pintando de azul con su mirada el tapete de armiño de la nieve, que el frío mañanero patrocina, si burila en el prado su pisada con gracia femenil que, el rastro leve, va inventando el sendero en que camina. Sin concluir sus estudios profesionales regresa a su ciudad natal en calidad de profesor de matemática y de literatura en la Normal Superior “Diógenes Arrieta” y en la “Concentración de Educación Media Departamental, recién establecidas y funda el “Colegio de Bachillerato Silvia S. de Arrieta” donde dictó las asignaturas de literatura y matemática y fungió de rector. Por circunstancia, inesperadas y sorprendentes de la vida, pues nunca había ejercido la actividad política, llega bajo el patrocinio del Líder y posteriormente mártir de la Patria: Luis Carlos Galán Sarmiento a la Asamblea Departamental de Bolívar. No ha dejado nunca de desempeñarse como orientador de las juventudes de la región como guía en literatura. Fue columnista del “Espectador Costa” de Bogotá, y del diario “La Libertad” de Barranquilla durante largo tiempo; y se ha desempeñado como conferenciante en eventos literarios, como presidente fundador de la Casa de la Cultura de San Juan Nepomuceno, y como miembro del “Fondo Mixto para la Cultura del departamento de Bolívar”.

Gutierre de Cetina Gutierre de Cetina

Gutierre de Cetina (Sevilla, 1520 - México, ¿1557?) Poeta español que fue una de las figuras más significativas del Renacimiento. Su lírica, inspirada esencialmente en Petrarca, se desarrolla en torno al refinado artificio del amor visto en su más típica abstracción. Entre los poetas españoles italianizantes, Cetina es, después de Garcilaso de la Vega, el más notable y el más perfecto, y no se le puede negar el derecho de ocupar el lugar más destacado del parnaso español después de la media docena de celebridades de su época. Descendiente de una ilustre familia de la nobleza, Gutierre de Cetina vivió mucho tiempo en Italia, donde sirvió en las tropas de Carlos V y entabló amistad con los ingenios más insignes de la época, por los cuales estuvo evidentemente influida su orientación poética. Además de Petrarca, le inspiraron Tansillo, Ariosto y Bembo, y entre los españoles, Garcilaso de la Vega en particular. Pasó la mejor parte de su existencia en el refinado ambiente que rodeaba al príncipe de Ascoli, a don Luis de Leyva y al insigne humanista Diego Hurtado de Mendoza, todos ellos amigos íntimos de Cetina. Gutierre de Cetina volvió a España en 1554 y hasta algún tiempo después no encontró nuevas aventuras en las que desahogar su espíritu inquieto. Atraído por la fascinación de la empresa americana, marchó en 1556 a México (donde había estado ya entre 1546 y 1548, aproximadamente) con su tío Gonzalo López, quien se dirigía allí como procurador general. En aquella región de América se pierden las huellas de su vida, y a partir de entonces sólo perdura en el tiempo la leyenda forjada en torno al poeta. La naturaleza americana debió de imprimirse profundamente en la sensibilidad de Gutierre de Cetina, al propio tiempo que la seducción bárbara de aquella civilización. También en México halló el poeta otra inspiradora amorosa: doña Leonor de Osma, de la cual parece haberse enamorado locamente y bajo cuyo balcón, en Puebla de los Ángeles, fue herido por Hernando de Nava, un rival celoso. A partir de 1557 nada se sabe ya acerca de él, por lo que se le cree muerto en tal fecha. La obra poética de Gutierre de Cetina es conocida o a través de fragmentos sacados de manuscritos, o por ejemplos y testimonios, o, finalmente, formando parte de antologías. Bartolomé J. Gallardo, en su conocido Ensayo de una biblioteca de libros raros y curiosos, presentó abundantes muestras de la obra poética de Cetina; pero hasta que el erudito sevillano Hazañas y La Rúa no publicó sus poesías en 1895, puede decirse que faltó la verdadera base para estudiarlas, al igual que ocurrió con su biografía, acerca de la cual carecemos de datos seguros, a pesar de que muchos investigadores han dedicado a ello sus esfuerzos. Sus obras poéticas están constituidas por madrigales (cinco en total, entre ellos el conocidísimo "A unos ojos", al que debe buena parte de su popularidad), sonetos, canciones, diecisiete epístolas y quince composiciones varias, todas ellas en la línea de la manera italianizante inaugurada por Juan Boscán y Garcilaso de la Vega. Es quizás el único poeta español de su época del que no se conoce ninguna composición de carácter castellano en versos cortos, excepto una anacreóntica de cuya paternidad se duda; es preciso subrayar que no todas las poesías publicadas por Hazañas son de atribución segura. Teniendo en cuenta que debió escribir tales composiciones entre los veinte y los veintiséis años, podemos considerar que se trata de una producción abundante; parece seguro que Cetina partió a los veintiséis años para México y que allí ya no escribió nada más. Pero, a pesar de que esa producción sea esencialmente de juventud, raras veces ocurre que produzca tal impresión, y esto, indudablemente, se debe a la preocupación constante de Cetina por seguir los grandes modelos clásicos e italianos. Entre los primeros figuran Marcial, Juvenal y Ovidio; de éste es probable que Cetina tradujera algún fragmento de las Heroídas, si las traducciones que se le atribuyen son en verdad de Cetina. Entre los autores italianos, en primer lugar se halla Petrarca y luego, en orden decreciente de importancia, Tansillo, Bembo y Ariosto. Entre otras influencias importantes se aprecia en Cetina, como en muchos contemporáneos suyos, la de Ausiàs March, que quizás sea la más importante si prescindimos de Petrarca. Todo ello contribuyó a formar la personalidad de Cetina, y justifica un juicio muy acertado del gran poeta sevillano del siglo XVI Fernando de Herrera: "si se hubiese preocupado de la fuerza como lo hizo por la dulzura y la pureza, nadie le habría superado; en cuanto a número, lengua, dulzura y sentimiento, nadie podría negarle un lugar entre los primeros". Ciertamente la admiración y emulación de sus modelos restó a Cetina la espontaneidad que debiera ser natural por su juventud, y acaso también la energía a que se refiere Herrera. Sus epístolas a don Diego Hurtado de Mendoza tienen el contenido moral que se espera del género. Escribió además unos pocos, pero selectos, versos dictados por una inspiración heroica, como el soneto a Cartago o el dedicado a los soldados caídos en Castelnovo. Pero su poesía es casi exclusivamente amorosa, y precisamente en este tema han de buscarse sus más logrados éxitos, sobre todo en sus sonetos, llenos de sorpresas que saltan por doquier a los ojos del lector, y en sus madrigales. En sus composiciones de mayor empeño, las bellezas no son menores que en las breves, pero con notables diferencias a pesar de que en cada caso posean auténticos valores poéticos. Las amadas a las que el poeta alude en sus obras amorosas son principalmente tres. Una va designada con el nombre de Amarilis; por ciertas alusiones geográficas que figuran en los pasajes en que habla de ella, se puede colegir que el poeta la conoció en España. Otra dama, que también debió conocer en España y a la que cortejó unos diez años, si hemos de creer sus palabras, aparece con el nombre de Dórida. Pero el enigma más interesante es el de la tercera dama, que algunos estudiosos han creído identificar con la ilustre Laura Gonzaga. El uso constante de la palabra "lauro", que aparece a menudo y con diversos sentidos, y la certidumbre de que el poeta tuvo familiaridad con la bellísima mujer, ha inducido a algunos eruditos a formular esta hipótesis. A la tal dama estaría dedicado el celebérrimo madrigal que empieza con los versos "Ojos claros, serenos...", composición sobre la que se halla cimentada la popularidad del autor. Referencias Biografías y Vidas - www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cetina.htm

#Andaluces #Españoles #SigloXVI

Alfredo Jiménez G. Alfredo Jiménez G.

Nací en la Ciudad de México en 1967, año del Señor (equivalente al año cero "pepper" de la "beatlemanía"). Desde muy pequeño mis padres me miraban con preocupación, pues no parecía igual que mi hermano o mis primos. No me gustaban los deportes, las pelotas me llamaban la atención sólo por su condición esférica, pues esta forma geométrica es mi favorita y parece ser que la de Dios también, pues las burbujas y los astros tienden a esa figura enigmática. En lugar de correr tras un balón me pasaba la vida leyendo todo lo que llegaba a mi alcance. En casa no abundaban los libros, así que leía historietas o revistas, de las cuales aún conservo una vasta colección, porque aparte de mi extraño hábito de leer también tengo la costumbre de guardarlo todo. Es probable que mi verdadera vocación sea la de museólogo. Afortunadamente para mi, un vecino, padre de dos amigos de la escuela primaria, era un lector voraz y en tardes memorables me dio mis primeras lecciones de Literatura. Me regaló libros, lo que a mis padres no pareció gustarles mucho. La primera obra literaria que leí en mi vida fue "Tom Sawyer" de Mark Twain, después le seguiría "La cabaña del tío Tom" de Harriet Beecher Stowe. Ahí me di cuenta que los libros pueden cambiar al mundo. Con los años, gracias a las becas tuve la oportunidad de comprar más libros y luego descubriría las Bibliotecas que son para mi lo más cercano al Paraíso. Actualmente vivo en una de ellas, la que he podido conformar en décadas. Es fácil que me encuentren en todo lugar donde se vendan libros viejos ¡Amo ese maravilloso olor del papel añoso! A los doce años mis amigos leídos, no conocidos, me urgieron a escribir. Con un terrible miedo a la página en blanco empecé a hacerlo, para terror de mis amados padres que ya se habían resignado a vivir con mis rarezas, hasta me regalaron una máquina de escribir, que desde luego tengo conmigo todavía, es una Olivetti Lettera 32 y ¡Funciona! El tiempo que transcurre muy a nuestro pesar, ha hecho que se acumulen nueve libros de poemas, tres novelas, una obra de teatro y un guión cinematográfico. Todos pecados míos, guardados bajo llave en un lugar donde no pueden hacer daño a nadie. Lo que se mira en Poeticous es una breve muestra del pasado, cada intento de poema tiene el año en que fue escrito. Además de cosas que no me puedo callar, escritas a partir del 2013. Todos desaliñados como su autor. Los versos de cada poema, están como los dientes de Cervantes: "Mal acondicionados y peor puestos". Si han llegado hasta este punto de mi biografía son ustedes un Monumento a la Paciencia, igual que Job. Cordialmente, Alfredo Jiménez G. Eterno aprendiz de poeta.




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