De estas calles que ahondan el pon… una habrá (no sé cuál) que he reco… ya por última vez, indiferente y sin adivinarlo, sometido a quien prefija omnipotentes norma…
Y sé muy bien que no estarás. No estarás en la calle, en el murm… de los postes de alumbrado, ni en… de elegir el menú, ni en la sonris… que alivia los completos de los su…
Estoy solito en mi rancho, me he quedado solo en casa. Ladran los perros afuera como si vieran fantasmas, y alumbran mis pensamientos
¡Y amarle pude! Al sol de la exis… se abría apenas soñadora el alma..… Perdió mi pobre corazón su calma desde el fatal instante en que le… Sus palabras sonaron en mi oído
Si para recobrar lo recobrado debí perder primero lo perdido, si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado, si para estar ahora enamorado
El hecho ocurrió en el mes de febrero de 1969, al norte de Boston, en Cambridge. No lo escribí inmediatamente porque mi primer propósito fue olvidarlo, para no perder la razón. Ahora, e...
Como hoy la preocupación A más de una gente abruma, Emplearé mi débil pluma Para darle una lección; Pues esto en nuestra Nación
Qué tal si deliramos por un ratito qué tal si clavamos los ojos más a… para adivinar otro mundo posible El aire estará limpio de todo vene… de los miedos humanos y de las hum…
PROEMIO Yo que sólo canté de la exquisita partitura del íntimo decoro, alzo hoy la voz a la mitad del for… a la manera del tenor que imita
Señor La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado y mi corazón está loco porque aúlla a la muerte
Ahora que los ladros perran, Ahora que los cantos gallan, Ahora que albando la toca Las altas suenas campanan, Y que los rebuznos burran,
Con la mitad de un periódico hice un barco de papel, en la fuente de mi casa le hice navegar muy bien. Mi hermana con su abanico
Negar la sucesión temporal, negar el yo, negar el universo astronómico, son desesperaciones aparentes y consuelos secretos. Nuestro destino (a diferencia del infierno de Swedenborg y de...
Dice don Martin Garata, Persona de alto rango, Que le gusta mucho el mango Porque es una fruta grata. Pero treparse en la mata
Al que ingrato me deja, busco aman… al que amante me sigue, dejo ingra… constante adoro a quien mi amor ma… maltrato a quien mi amor busca con… Al que trato de amor, hallo diaman…
Ayer naciste, y morirás mañana. Para tan breve ser, ¿quién te dio… ¿Para vivir tan poco estás lucida? Y, ¿para no ser nada estás lozana? Si te engañó tu hermosura vana,
Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba, que sólo se sustentaba de unas hierbas que cogía. ¿Habrá otro, entre sí decía,
¿Qué os hice yo, mujer desventurad… que en mi rostro, traidores, escup… de la infame calumnia la ponzoña y así matáis a mi alma juvenil? ¿Qué sombra os puede hacer una ins…
Por culpa de los números estuve siempre mal en todo cálculo… Por no poder usar los logaritmos la cuenta de mi vida se fue al sue… Jamás hallé mi siete
No quedará en la noche una estrell… No quedará la noche. Moriré y conmigo la suma del intolerable universo. Borraré las pirámides, las medalla…
Me desordeno, amor, me desordeno cuando voy en tu boca, demorada; y casi sin por qué, casi por nada, te toco con la punta de mi seno. Te toco con la punta de mi seno
¡Corazón! ¡Corazón! ¿Por qué susp… ¿Por qué los muros de tu cárcel ba… Es imposible, corazón.... ¡Delira… Infeliz corazón, en vano lates! Siempre contuve tu ímpetu violento
Antes que el sueño (o el terror) t… mitologías y cosmogonías, antes que el tiempo se acuñara en… el mar, el siempre mar, ya estaba… ¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel…
Todo es muy simple mucho más simple y sin embargo aún así hay momentos en que es demasiado para mí en que no entiendo
¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos? Ellos se toman de la mano: algo ha… entre sus dedos, lenguas dulces lamen la húmeda palma, corren por…
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacer...
El Cid se dirige contra tierras d… Aquí se empieza el poema de Mío C… Ya ha poblado Mío Cid aquel puert… se aleja de Zaragoza y de las tier… atrás se ha dejado Huesca y el cam…
Sólo una cosa no hay. Es el olvid… Dios, que salva el metal, salva la… y cifra en su profética memoria las lunas que serán y las que han… Ya todo está. Los miles de reflej…
Un hombre que cultiva su jardín, c… El que agradece que en la tierra h… El que descubre con placer una eti… Dos empleados que en un café del… El ceramista que premedita un colo…
¡Ah mundo! La negra Juana, ¡la mano que le pasó! Se le murió su negrito, sí, señor. —Ay, compadrito del alma,