Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.