No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.