Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible