No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.