Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.