Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Humano guarda secreto de sumario: llora por dentro.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.