Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar