Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.