Disfruta del viaje
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Las canas son sabiduría que se desborda.
La procesión va por dentro, no por teatro.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.