Disfruta del viaje
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.