Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.