Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
La procesión va por dentro, no por teatro.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.