Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.