Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado