Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio