La procesión va por dentro, no por teatro.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.