Elías De La Cera

Soneto Anónimo

Una hormiga miraba la montaña
midiendo las distancias con su anhelo.
Ni tanta la extensión, ni tanto el cielo,
en la humilde intención de sus pestañas.
 
Y construía un mundo en sus entrañas
en sigiloso empeño desde el suelo,
y en la imaginación alzaba vuelo,
sin rozar la ambición de las hazañas.
 
Midió la voluntad y la paciencia.
Ver la tierra, vencer los aguaceros.
Sabía la armonía y la prudencia
 
del amanecer ultimo y primero.
Quería un corazón, una conciencia,
hacer un paraíso; un hormiguero...

Otras obras de Elías De La Cera...



Arriba