Elías De La Cera

Frenesí Crepuscular en Monte Grande

Los vecinos bullangueros de la insolente
barriada, se deleitan con el perfume que el cielo
va dejando zafirado contra el suelo
cuando la tenue claridad va muriendo lentamente.
 
Ángeles derraman oro, honran al poniente
y suspiran con renovado anhelo
con todo su amor, con todo su desvelo
ante los ojos de las Afroditas indiferentes.
 
Va creciendo la noche, la noche oriental.
La alegría no pide permiso.
Los pesados orgullosos miran el piso.
 
Los humildes alzan la frente al horizonte cenital.
Y la tarde es algo que va cayendo.
Y todo pasa por algo, por algo que no entiendo

Otras obras de Elías De La Cera...



Arriba